Este lunes el cuerpo sin vida del Dr. Patricio Maragaño Lizama fue cremado en el cinerario de Teno, fueron múltiples las muestras de cariño que recibió en el velatorio de la Catedral de Talca y en la misa, donde cientos de colegas, compañeros de trabajo lo acompañaron para despedir sus restos finales.
Este cardiólogo era oriundo de Fresia, y sus estudios como médico general los realizó en la Universidad de Concepción, con un paso por el Hospital Militar, y una subespecialización en España.
Un profesional querido que falleció a los 57 años de edad. Distinguido académico de la Universidad Católica del Maule (UCM). Y donde también fue coordinador de Electroclub, un programa que da solicitudes cardiológicas gratuitas, creado con el objetivo de potenciar aprendizajes sobre electrocardiografía en estudiantes de Medicina de la UCM y generar una ayuda a la sociedad.
En lo gremial también se destacó en el Colegio Médico del Maule, formando parte del Consejo Regional como vicepresidente, donde se desempeñó con una impecable labor a favor de los colegiados, estamos hablando del 2002.
Además fue un impulsor y director científico, de la creación del Primer Congreso de Estudiantes de Medicina, (de las tres universidades que imparten esta carrera en el Maule; Universidad Autónoma, de Talca y Católica del Maule) esto fue llevado a cabo el 2012 instancia que hasta el día de hoy se realiza, y donde este año presentó el congreso en su apertura.
UN APORTE EN CARDIOLOGÍA
Pero además cumplió un rol fundamental en el Hospital Regional de Talca (HRT), donde fue jefe de la Unidad de Hemodinamia (estudio del movimiento de la sangre a través del sistema vascular). En septiembre de 2006 llegó el único angiógrafo en el Maule, un equipo tecnológico que en los últimos 17 años le permitió al doctor Maragaño salvar miles de vidas, donde irónicamente para él no corrió la misma suerte.
“Es un trabajo muy intenso, donde vemos pacientes de urgencia paciente graves, y donde uno tiene que colaborar con el otro, él ayudaba mucho en las cosas que se necesitaban, te apoyaba, era un aporte, fue un gran profesional”, indica Dr. Claudio Pacheco, también cardiólogo y compañero de trabajo del médico Maragaño, a quien conocía desde hace más de 25 años.
En agosto cumplió 57 años, pero una hemorragia subaracnoidea, una emergencia cerebral, dejó a su familia totalmente consternada y con un hondo pesar. Estamos hablando de sus tres hijos (2 de ellos doctores y una tercera que cursa también medicina en la UCM) y su esposa. Una muerte que fue totalmente inesperada para todos los que lo conocían, querían y respetaban a este activo doctor.