El Dr. Héctor Hernández Parra, fue de los primeros médicos egresados de la Universidad Católica del Maule (UCM) (la carrera abrió el 2004) y siempre quiso esta profesión, lo reconoce con seguridad al hablar. Nació en Quillón, en el sur, y a sus 41 años no tiene nada que ocultar, tanto así que se declara talquino de corazón, de esos que de tanto vivir en esta comuna se sienten como hijos adoptados.

Su vida de lunes a viernes es algo rutinaria, trabaja en la Clínica UCM todo el día desde las 08:30, hasta que cierra el centro de salud, y el fin de semana deja el delantal de médico. “Comencé trabajando en un Cesfam, por cosas del destino emigré a la parte privada, pero siempre quise hacer algo aparte de la medicina, siempre quise tener algo diferente, no sé cambiar de aire”, nos indica.

El mundo del animé

Y se dio la oportunidad, se dieron varios factores como él mismo reconoce que le permitieron abrir un local en Brisas Boulevard, S 05, Talca, se llama tienda Tanuki. Donde ofrece artículos de animé coleccionables, llaveros, posters, K-pop, de todo, un verdadero mundo de la cultura asiática, presente en este rincón de 1 norte con 5 oriente. Mientras hacemos la entrevista, varias personas se acercan para preguntar o derechamente comprar algún producto.

“Llevamos dos años y medio, nos ha ido súper bien, hemos tenido buena recepción por parte de la gente, es que faltaban tiendas de este tipo acá en la ciudad, y nuestro público objetivo no son solamente niños pequeños, sino que también niños de 40 años que vienen a comprar. Vienen varios colegas a comprarles a sus hijos de tres meses… cartas Pókemon”.

Lo que espera a futuro

Las proyecciones del Dr. Hernández son claras, seguir creciendo como lo han hecho hasta hora. “Partimos al lado, en un local pequeño, nos cambiamos acá hasta este lugar más grande hace un año prácticamente, la idea es continuar ampliándonos, y poner otros locales en otras partes de la capital maulina si todo continúa igual”.

Importante indicar, que este emprendimiento en el futuro se lo quiere dejar a su hija, porque a ella le encanta el tema de los animé, y se lo quiere entregar como un legado, enfatiza el doctor, pero por ahora lo maneja él.

En cuanto a lo profesional, nos reitera que le encanta lo que está haciendo, y tiene sus razones. “Me fascina la medicina general, porque no me encasillo en ver rodillas, o ver hombro, o ver cabeza. Veo de todo, trato con gente de todas las edades, disfruto mucho la consulta, al igual que mi tienda de animé”.